IRONMAN EN TEMPS DE COVID

Antes de nada, quiero elogiar el hito de Jordi, ha sido un ejemplo de constancia y superacion. Es un tio cabezota en algunos aspectos, pero lo más importante para conseguir lo que se proponga está en su interior.

«Moltes felicitats crak , ha estat un plaer ajudar-te!»

Escrit per Bruno:

«Hace poco más de un año, Jordi llegaba a la localidad de Benicarló, procedente de Vic y decidía asentarse, junto a su família, en el municipio. Cinco años antes había tenido que pasar por el quirofano para ser intervenido por una grave operación de espalda . A pesar de que todo fue bien, el neurocirujano que le operó le aseguró que probablemente jamás podría volver a hacer deporte. Fue en ese momento cuando nació el sueño de llegar a conseguir completar un Ironman en el futuro.

Así es Jordi. Cuando las cosas se complican es cuando más trabaja y   lucha por conseguir que se hagan realidad.

Para quien no lo sepa, un Ironman es una prueba extrema que consite en 3,8kms de natación, 180 quilómetro

s de ciclismo de carretera y una maratón , con sus 42,2 kms para acabar. Toda una utopía para alguein a quien le acababan de asegurar que no podría volver a realizar deporte .

En uno de sus poemas más conocidos, el poeta uruguayo Eduardo Galeano, comentaba lo

siguiente: «¿Entonces , para que sirve la utopía? Para eso sirve, para caminar» Y justo eso es lo que Jordi , junto a su entrenador Xevi Sola y la ayuda imprescindible de su coach y nutricionista Griselda Entrena, ha llevado a cabo durante los últimos cinco años. Años de entreno, sufrimiento, lucha, incertidumbres , miedos  però sobretodo de ilusión por llegar a hacer realidad un sueño. Por aproximarse  a la utopía de hacer un Ironman.

El pasado mes de Junio , Jordi tenía que hacer ralidad este sueño y estaba inscrito en el Ironman de Vitoria. Pero todos sabemos que en estos tiempos de covid los sacrificios y restriciones que hemos tenido que llevar a cabo han sido enormes . Y fruto de esta situación excepcional , la prueba fue suspendida  trasladándose  a la ciudad de Cascais, Portugal. El pasado 7 de Noviembre tendría que haberse realizado la prueba en la ciudad portuguesa , pero de nuevo el Ironman fue suspendido a causa de la pandemia. De nuevo la utopía se alejaba y tocaba volver a caminar hacia ella.

Sin duda las adversidades son la mejor oportunidad para continuar luchando y para no rendirse. Si el covid nos impedía ir a realizar el Ironman, llevaríamos el Ironman a Benicarló. En quince días, y con la ayuda y colaboración de amigos y famíliares, teníamos montado los circuitos para realizar la prueba, un punto de control donde realizar las transiciones  y un equipo de amigos dispuestos a realizar partes del recorrido  de la prueba con Jordi como muestra de apoyo y solidaridad con una idea y un sueño que debía cumplirse, a pesar de la pandemia. Por ese motivo también nos esforzamos en que el dia de la prueba se respetaran  en todo momento las medidas y protocolos propuestos por las autoridades para garantizar la práctica deportiva en un ambiente de máxima seguridad y prevención ante la amenaza del covid-19.

El pasado 8 de Noviembre finalmente The Boss, como le llaman sus amigos,  consiguió acabar su primer Ironman. Sin dorsal, sin línea de salida ni de meta, sin fotografos , sin el aliciente que supone  la competición,  sin los aplausos y ánimos de los espectadores, però con la compañía y apoyo de los que nunca fallan. Después de 5 años de entrenamiento, de sacrificios, de lesiones, de horas y horas encima  de la  bicicleta, de zapatillas gastadas  y de quilómetros de nado en el mediterráneo consiguió hacer realidad su sueño.

Fueron 12 horas y 25 minutos de fatiga y esfuerzo, sin duda. Pero sobre todo fueron 12 horas y 25 minutos de compañerismo, amistad,   esperanza, y fe. Un Ironman que no solo es un  reto personal, también es un ejemplo de que , a pesar de los tiempos complejos y difíciles que nos tocan vivir,  nunca debemos rendirnos y jamás debemos olvidar que, en ocasiones, las utopías pueden hacerse realidad.»